Negrito era un perro callejero que andaba por el barrio. Todos los vecinos le dábamos de comer, el andaba por la vida, feliz y gordito. Pero no tenía un hogar, muchas veces pensé en traerlo a casa, pero como ya tenía tres mascotas.
Se me complicaba. Hasta que un día desapareció, me avisaron que estaba muy herido muriéndose, lo traje a casa para poder curarlo, por suerte de a poco se fue sanando. Por supuesto que ya no pude dejarlo ir, es dulce , bueno es difícil no amarlo.