Sofia, la perrita, pertenece a la familia hace más de 2 años. La tengo desde bebe, lo estaban regalando, la madre fue rescatada y no la podían tener con sus perritos. A mi mucho no me ilusionaba tener un perro, ya que nunca había adoptado y no sabia tampoco si estaba lista para tenerla y cuidarla, pero mi marido, es amante de los animales así como su familia, veía como su hermana cuidaba y tenia casi 11 perros todos rescatados. Entonces dije bueno tal vez funcione y decidí adoptarla, 2 días después su mama falleció.

Luego está Simona, que es la gatita que esta hace 1 año. Ella llego a casa en forma de consolación había perdido a mi primer gatito, a Simón, murió por un fuerte golpe que le ocasionó lecciones en los vasos sanguíneos, yo estaba destrozada. Así también Sofía, porque era su amigo, hermano y compañero. Mi marido llego con un gatito, me dijo que estaba sin hogar que necesitaba amor y yo la rechace al principio. Si suena feo, pero así fue, estaba tan dolida por lo sucedido con Simón que no la podía ver. Mi marido me dijo la devolveré a la calle, la mire, vi en sus ojos que quería estar acá y la deje. Hoy en día puedo asegurarles que sin ella no vivo, duerme en el medio de la cama de madrugada, tiene su propio lugar así como Sofía pero siempre terminan durmiendo con nosotros. Ella es muy mimada, se hace todo lo que ella quiere .

Simona y Sofía son muy unidas, hace unos meses quedo embarazada y tristemente perdió sus bebes. El veterinario que los atiende la operó, a los días se descosió la herida, paso 2 veces más,  yo no podía ni dormir vigilando la que este bien y no le pase nada.
Hoy soy feliz con ellos, tienen sus mañas y sus locuras pero no me imagino mi casa sin ellos. Si viajó los dejo en buenas manos. Una vez intente llevarlos de viaje, pero Sofía se sintió mal todo el viaje, así que se quedan en casa al cuidado de mi familia.